La importancia del orden en hogares con niños

Mantener una casa ordenada cuando tienes niños puede parecer una tarea complicada, pero con algunos trucos, incorporación de hábitos y un poco de paciencia, es posible lograrlo.

Es cierto que cuando hay niños, un hogar no puede mantenerse igual de ordenado que si no los hay, salvo que quieras vivir con un estrés constante. Pero lo que tampoco es cierto, es que los niños son amantes del desorden. Es más, el orden aporta armonía a los más grandes y a los más pequeños de la casa.

Como bien sabemos, los niños aprenden imitando, por lo que el primer paso que tenemos que dar si queremos devolver orden a nuestro hogar, es predicar con el ejemplo, pues para ellos la coherencia es fundamental y no podemos pedirles lo que nosotros no hacemos.

¿Cómo mantener la casa ordenada con niños?

Superado ese primer paso, te dejamos 5 consejos base para que tus hijos incorporen hábitos de orden en su día a día:

1. Crea un sistema de orden su habitación/sala de juegos:

A menudo a los niños les cuesta mantener sus cosas ordenadas porque no tienen un sistema creado que se lo facilite. Por ello es importante crear categorías, apoyándonos de material de almacenaje (la caja de los lego, la de playmobil, la de manualidades…). Esto facilitará la tarea de ordenar y la búsqueda de sus juguetes.

Recomendamos etiquetar cada caja/cubo/cesta de almacenaje con el contenido que va dentro. Ellos acaban teniéndolo claro, pero siempre ayuda a recordar.

2. Asigna un lugar para cada cosa:

Este punto tiene relación con el anterior, pero nos sirve también para el resto de estancias y cosas de la casa, como por ejemplo: los zapatos tienen su sitio, para cuando vengan de la calle los dejen ahí.

3. Enseña a completar el movimiento:

O lo que viene siendo, devolver cada cosa a su lugar después de su uso. Este es nuestro lema principal para mantener el orden a raya y cuando hay pequeños en casa, gana relevancia.

Si se coge el hábito de dejar cada cosa en su sitio tras utilizarla (para ello tienen que estar creados esos lugares que comentábamos en los dos primeros puntos) se evitará que reine el caos en casa.

4. Menos es más: evita acumular:

Intenta limitar la cantidad de juguetes y objetos en la casa. El gran volumen de cosas dificulta la labor de ordenar. Considera donar o guardar juguetes que vayáis cambiando cada cierto tiempo. Esta también es una manera de disfrutar más de todas sus cosas. A veces cuando tienen mucho no saben con qué jugar.

Esta época previa a las Navidades, es una buena ocasión para hacer una revisión de sus dormitorios y cuartos de juego. Con la excusa de dejar espacio para lo nuevo que les regalen, podemos aprovechar para hacer limpieza conjunta. Así además adquieren el hábito de ir haciendo revisiones de sus cosas cada cierto tiempo para no acumular de más. ¡Siempre hay cosas que ya no corresponden a su edad o que están en mal estado que pueden salir de casa!

5. Haz del momento de recoger parte del juego:

Cuando se establezca el tiempo de juego hay que contar con el de recoger, pues habitualmente se les mete prisa para este momento incitando sin querer a una mala recogida y haciendo que cojan “manía” a esta parte. Es recomendable parar el juego un poco antes y dar más espacio a ordenar. Para ellos también es importante que tomen consciencia del proceso completo que requiere una actividad (por ejemplo: sacar los juguetes, jugar y recoger). Esto les servirá para el resto de sus vidas con otras mil cosas.

Cómo los hábitos de orden mejoran la convivencia familiar

En muchas ocasiones, para evitar conflictos, acabamos recogiendo por ellos, pero esto al final acaba siendo contraproducente para todos. Si desde pequeños cogen la rutina de ordenar les será más sencillo integrarlo para cuando crezcan. A veces y dependiendo de la edad, habrá que ayudarles, pero intenta que sea una tarea conjunta, así también es una forma de que le den valor a sus cosas, al tiempo y al esfuerzo.

¿Cuándo buscar ayuda profesional?

Como organizadoras profesionales de espacios, nos encontramos a menudo con familias donde el orden genera problemas de convivencia, sobre todo cuando hay niños/adolescentes en casa. En la mayoría de los casos es porque hay falta de hábitos incorporados. Lo ideal es enseñar estas rutinas desde principios de la infancia, pero nunca es tarde para aprender técnicas de orden que favorezcan la armonía de los espacios y las relaciones.

A veces, como madre o padre es complicado hacerlo, pero en estos casos puedes contar con un organizador profesional de espacios. Esta figura hará de puente entre ambos y ayudará a crear sistemas de orden. Enseñando a su vez fórmulas para mantenerlos.

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