En cualquier proceso de reorganización hay que tener en cuenta todos los factores que hay detrás de cada realidad, pensando de dónde y por qué viene el problema, sin tratar éste de forma aislada. De esta manera se consiguen cambios más completos, exitosos y duraderos en el tiempo. Esta es nuestra definición de orden consciente, aquel que se sostiene sobre cuatro columnas clave: el espacio, las personas que lo habitan, las emociones que despierta y la contribución para vivir en un mundo más sostenible.
El orden te acerca a la sostenibilidad
La sostenibilidad cierra el círculo del proceso del orden consciente. A la hora de reorganizar tus espacios y rutinas, hay muchas alternativas para mejorar los hábitos de consumo y su impacto en el medioambiente.
Te dejamos 7 ideas sencillas para incorporar la sostenibilidad en tus rutinas
y que además te facilite mantener el orden en tu hogar:
1. Rechaza. Aprender a decir “no” a lo que no necesitamos es fundamental. A menudo nos ofrecen cosas que no nos hacen falta: tickets de la compra, bolsas, publicidad… acumularlas en casa solo genera residuos y desorden.
Incluso esta clave podemos aplicarla a cosas que nos ofrecen y que cogemos por no quedar mal o ser gratuitas, pero que en realidad no nos gustan o no necesitamos: ropa, juguetes, muebles, etc.
2. Reutiliza, doble vida a los objetos. Darle una nueva utilidad a aquello que ahora solo ocupa lugar y no se usa.
3. Dona, no tires por tirar. Alarga la vida útil de los objetos, donando lo que no quieres o no te sirve. Antes de tirarlo a la basura, siempre hay alguien que puede disfrutarlo.
4. Consumo responsable. Al buscar ropa y objetos para casa, compra solo aquello que realmente necesitas y ten en cuenta cómo y dónde se ha fabricado ese producto. Te animamos a apostar por fibras naturales como el algodón, lino o lana; y a elegir materiales menos dañinos para el medioambiente como el vidrio, metal, madera/bambú…
5. Planificación eficiente. Establece una organización de menús que convierta tu carro en una compra eficiente, apostando por el consumo local y de temporada. Planificando tus menús semanales y compras, reducirás el desperdicio de alimentos.
6. Limpio por fuera, saludable por dentro. Usa productos tanto de limpieza del hogar como de higiene personal que contengan menos sustancias nocivas.
7. Vivir con menos basura. Estamos rodeados de plástico y objetos de usar y tirar. Por fortuna cada vez hay más alternativas para reducir su consumo desde casa, sobre todo en la cocina y el baño, que son los lugares donde más envases generamos. Además al reducir residuos, también disminuimos el volumen y la cantidad de cosas que tenemos, logrando mantener nuestros espacios más ordenados y con menor ruido visual.
Con nuestras costumbres y rutinas podemos contribuir a generar menos residuos y a crear un hogar más sostenible. Los pequeños gestos consiguen grandes cambios y nuestras acciones son las que marcan la diferencia.